Expertos dicen que con las bondades del sistema OBD-II las verificaciones serán un medio para chantajear a los automovilistas
Durante los años 70’s y principios de los 80’s los fabricantes de la industria automotriz comenzaron a utilizar medios electrónicos con el propósito de controlar adecuadamente las funciones y poder diagnosticar problemas del motor, aunque su principal objetivo era satisfacer las normas de EPA respecto a la emisión de gases contaminantes.
Fue a finales de los 90’s que se introdujo el OBD-II (On Board Diagnostics/ Diagnósticos a bordo) el estándar más reciente el cual controla el motor casi por completo, además de monitorear partes del chasis, el cuerpo, los accesorios y la red de diagnóstico de control del coche.
El puerto OBD-II debe ubicarse por regulación a 91 cm del conductor dentro de la cabina, debe ser capaz de manipularse sin ninguna herramienta especial, generalmente se encuentra debajo del volante o en la zona del tablero, cuenta con un espacio para 16 pines y generalmente no los tiene todos, esto es dependiendo de la marca.
Podrás saber si tu auto cuenta o no con este sistema si es que fue vendido después del 1 de enero de 1996, aunque también puedes saberlo si inspeccionas la parte baja del tablero de tu auto del lado del conductor. Si esto no es de ayuda también puedes verificar debajo del cofre una calcomanía donde se especifica ‘OBD-II Certified’ donde indica que efectivamente cuenta con el puerto y la tecnología necesaria.
Siguiendo las nuevas reglas de verificación vehicular para la CDMX si tu auto no cuenta con esta tecnología automáticamente pasarás a aspirar a la calcomanía 1 o 2 dependiendo del resultado de la verificación.
Pero si tu auto tiene menos de 4 años que lo adquiriste y cuenta con OBD-II obtendrás la calcomanía 00 y tendrás que verificar de forma electrónica cada dos años para renovarla. Y si tu auto tiene más de 4 años y cuenta con el sistema, podrás aspirar a la calcomanía 0 después de realizar las pruebas electrónicas mediante este dispositivo.