Por supuesto que conducir inmediatamente después de beber es peligroso, sin embargo los efectos del alcohol al día siguiente también influyen en el volante, y según estudios es peor, te contamos las razones.
Todos sabemos de lo importante que es el no conducir en estado de ebriedad, pues el alcohol es uno de los peores enemigos frente al volante, ya que nos da somnolencia, disminuye la coordinación y percepción, es el causante de que existan distorsiones visuales y auditivas, entre otras cosa más. ¿Pero sabes qué pasa cuando conducimos con resaca o cruda? Aunque no lo creas conducir tras una larga noche de fiesta, es tan peligroso, incuso como hacerlo borracho.
Una de las grandes razones por las que conducir con resaca es peligroso, es porque el conductor no es capaz de de ser consciente que sus aptitudes se han reducido, por lo que es sin duda un peligro para la seguridad vial.
Varios son los que han estudiado estos efectos, como la Brunel University de Londres, quien realizó una prueba con un grupo de estudiantes, primero sin resaca y después con ella. Las pruebas arrojaron que las personas que conducen en este estado, aumentaban la velocidad hasta 3 veces más, cometían el doble de infracciones, invadían otros carriles y se distraían más rápido.
Los investigadores atribuyen todo esto a las ganas de “llegar cuanto antes”, pues los terribles efectos como la fatiga, el cansancio, las nauseas, sed dolor de cabeza y otros factores, hacen que las personas conduzcan mucho más rápido y hasta cuatro veces peor.
Así que para evitar accidentes y multas, mejor te recomendamos dormir un poco más y esperar que te sientas mejor, ya que en función de las horas de descanso habrá repercusión en los niveles de alcohol en la sangre, si no es así, mejor tomar un taxi o viaja en autobús.