En muchos existe la duda de ¿qué pasaría si cargamos un auto de gasolina con diésel? Aquí la respuesta.
Los motores de gasolina y diésel son diferentes en su estructura, cada uno está diseñado con forme el tipo de combustible que utilizan, la gran diferencia se nota en como utilizan el combustible para encender el vehículo.
Un motor que utiliza gasolina cuenta con cilindros y bujías que llevan a cabo el proceso de bombeo continuo, este movimiento es el que produce una chispa que hace reacción con el combustible, la energía que se utiliza para hacer funcionar el vehículo emerge de la combustión.
Mientras que los motores de diésel utilizan un proceso de combustión diferente, pues el motor es el que se encarga de comprimir el carburante, hasta el momento en el que los principios físicos del líquido inflamable causan su combustión.
Aunque ambos líquidos cuentan con una propiedad inflamable, sus características son distintas, esto provoca que su uso no sea capaz de funcionar de manera correcta en un motor que no sea de su tipo, y si esto llegara a suceder podría concluir en un fatal accidente.
Cuando le pones diésel a un motor de gasolina, la chispa producida en los cilindros no es suficiente para completar el proceso de encendido, probablemente encienda pero podría ser por causa de encontrarse partículas de gasolina en el tanque de combustible, sin embargo, cuando éste se acabe, el diésel no reaccionará al encendido por chispa provocando que el motor se apague. Esto pudiera provocar que el catalizador se dañe por lo que deberás llevarlo a revisión para que se le retiren los restos de diésel.
Ahora que si le pones gasolina a un motor de diésel, el encendido dependerá de la cantidad de gasolina que le pongas al depósito. Poca gasolina hará que la compresión del combustible sea buena y genere combustión, permitiendo que el motor funcione adecuadamente, aunque después de cierto tiempo esto provocará averías por sobre-trabajo de las partes mecánicas tales como los inyectores, la bomba, etcétera.