Esa noche solo habría un auto en todo lo ancho y largo del país
¿Sabías que…? El primer auto que tocó tierra mexicana fue un Delaunay Beleville proveniente de Toulón, Francia fabricado por la empresa que llevaría el mismo nombre, construido a mano e importado por la Agencia de Ingenieros Basave, Robles Gil y Zoraya en enero de 1895.
Esta máquina realizó un recorrido histórico junto a carruajes tirados por caballos y pasando frente a las miradas atónitas de los transeúntes.
La empresa S. A. des Automobiles Delaunay-Belleville fue fundada casi ochenta años antes de su llegada a este país.
Esta máquina creada por el ingenio humano, contaba con un motor 6 OHV (Válvulas Sobre la Cabeza) y una potencia de 21 caballos de fuerza.
El dueño de esta histórica unidad fue don Fernando de Teresa, quien rompió el viento a una velocidad de 16 km/h, algo absurdo hoy en día, pero aunque don Fernando no lo sabía, estaba rompiendo el límite de velocidad, el cual sería impuesto algunos años más tarde, donde se establecería que el límite de velocidad sería de 10 km/h en calles estrechas y de 40 km/h en las demás, este reglamento sería impuesto por quien ocupaba en ese momento la presidencia del país, el general Porfirio Díaz.
Esa noche el parque vehicular de la Ciudad de México así como de todo el país era de: 1 auto.
Durante casi 10 años el Delaunay Belleville compartiría las calles de la república con otros 16 autos, lo que en aquel entonces no imaginaban era que para 1906 ya serían alrededor de 800 vehículos la variedad de modelos que se manejaba en aquel entonces iba desde Hupmobile, Oakland, Stutz, Graham, Reo, Oldsmobile y Ford T , entre algunos otros.
La principal armadora establecida en el país fue Buick en el año de 1921 aunque Ford Motor Company se convirtió rápidamente en la armadora más grande del país a pesar de haberse establecido hasta 1925.